Llegamos a entender lo sorpresivo y contrario
si lo íntimamente denso y conjugado del alma ajena, comienza a soltar sus ecos de aves, garras, corpulencia y violenta desnudez voraz.
Entre tanto el amor va mirando
la abertura cada vez mayor de su espejo
y ordenando la observación
para preguntarse más por el ave,
la garra y la violenta desnudez voraz.
la abertura cada vez mayor de su espejo
y ordenando la observación
para preguntarse más por el ave,
la garra y la violenta desnudez voraz.
Elizabeth Shön, Concavidad de Horizontes
Dirección de Cultura de la UCV
fotografías
Fuente:http://picasa.google.com
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