miércoles, 14 de octubre de 2009
Así habló Zarathustra...
" ¡Acabo de mirar en tus ojos, oh vida! oro he visto relucir en tus ojos nocturnos, y ante esa voluptuosidad han cesado los latidos de mi corazón.
Una barca de oro he visto brillar sobre aguas de la noche, una cabeceante barca de oro se hundía, reaparecía, y volvía a hacer señas.
A mis pies sedientos de danza lanzaste una mirada, una mirada balanceante , que reía, interroga, derretía.
Solamente dos veces agitaste tus crótalos con tus manos ligeras, y ya mis pies estaban ebrios de danza.
Se empinaron mis talones, los dedos de mis pies escuchaban para comprenderte: el que baila, ¿no lleva sus oídos en los dedos de los pies?..."
de "El Segundo Canto de la Danza" Friedrich Nietzsche
editorial Oveja Negra
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